Mariana Bulicic tiene 84 años y vive sola en un departamento en Av. Colón, comuna de Las Condes, Santiago. Sufre desde hace varios años una artrosis generalizada que atacó fuertemente sus rodillas, situación que culminó con cirugías en ambas articulaciones. Desde entonces, sus hijos mostraron especial preocupación ante la necesidad de Mariana de ducharse y tener que levantar sus extremidades para ingresar a la tina, ya que cualquier golpe podría complicar su situación médica.
Posteriormente fue operada de la columna, situación que aumentó la insistencia por parte de sus hijos de tomar medidas de precaución al interior de su casa.
¿Bajo qué necesidad acudiste a Ducha Segura®?
Llegó un momento en que mi hijos me agobiaban de que pusiera una ducha que es un receptáculo chico, rodeado de vidrio, que no me gustaba estéticamente y se veía poco higiénico. Lo dejé pasar el máximo tiempo posible, hasta que un día mi hija me llama y me dice que en la revista de Vivienda y Decoración de El Mercurio, presentan un nuevo sistema de ducha, que me enviaba la foto para que lo viera. Yo quedé fascinada desde el primer momento que lo ví: la tina no sufría, no había que sacarla e implicaba un proceso no tan invasivo. Al día siguiente ya mi hija se había puesto en contacto con Javier Orellana de Ducha Segura®.
¿Cómo fue el primer acercamiento y el proceso con Ducha Segura®?
Javier llegó exactamente dos días después de la primera llamada. Llegó este joven encantador, con un ángel increíble que nos explicó en detalle todo el proceso, los tiempos y el resultado. Yo quería que me instalaran el rebaje de tina en ese mismo minuto. Al entrar al baño cerraron la puerta y estuvieron aproximadamente dos horas en el interior, tiempo en el que no salió polvo y no se escuchó un ruido. Una vez terminado el baño lo dejaron impecable, incluso había recogido todo, como si nada hubiese pasado.
Fue un proceso corto, impecable y limpio. Recuerdo haber puesto una cortina blanca, que luego corrí y ahí estaba: la ducha segura®. El trabajo fue impecable y no alteró para nada el estilo del baño, al contrario que hubiese pasado en caso de haber elegido el otro sistema.
Quedé tan impresionada, que después que se fueron los chicos de Ducha Segura®, mandé un Whatsapp al grupo del edificio donde hay mucha gente mayor, y les conté. Que había puesto este sistema en el baño, que el trabajo fue impecable y el resultado muy aliviador para mi situación de salud. Envié el nombre y teléfono de Javier para que pudieran contactarlo, como dos o tres vecinos también ya tienen su ducha segura.
¿Tuviste alguna duda del proceso en algún momento?
La verdad es que estaba tan contenta, ya que me di cuenta que era un trabajo profesional desde el principio, me lo explicaron todo paso a paso. Yo lo creí 100% porque Javier es una persona que infunde confianza, y el caballero que lo acompaña también era súper gentil. Hasta el día de hoy está perfecto, no tiene una filtración, el peldaño es del tamaño correcto y no se sale el agua.
¿Cuál es tu nivel de satisfacción con el servicio de Ducha Segura®?
Yo lo resumiría como una experiencia y servicio increíble, una nota siete. Por la llegada hacia el cliente desde un primer momento, la capacidad de explicar en detalle todo el proceso y la buena llegada de los técnicos. Pero lo mejor de todo es el precio, la otra ducha que tenía como opción costaba mucho dinero ya que el valor aumentaba por la extracción de la tina antigua y el transporte.